martes, 12 de febrero de 2013

Isabel Andrea Matar


Isabel Andrea Matar
Soy Isabel Andrea Matar. Me reconozco por mi segundo nombre –tanto, que a veces pienso unos segundos antes de reaccionar y contestarle a quien me llama por el primero-.
Nací y vivo en Villa María. Tengo 29 años hasta el próximo 24 de marzo y soy Profesora de Lengua y Literatura desde el año 2004. Realicé mi carrera universitaria en la U.N.V.M. y estoy finalizando una Especialización en Lectura y Escritura en FLACSO.
Trabajo –y trabajé en varios colegios, en los cuales aprendí –y aprendo- muchas cosas que no están en los libros. (Nada nuevo; lo que pasa con cualquier profesión. Es que no deja de ser importante corregir el rumbo siempre que se ha perdido el Norte o no se sabe si lo hay).
Escribo desde la niñez, y he perdido muchos de mis escritos a causa de peripecias que no vienen al caso, aunque pude recuperar algunos con el correr del tiempo.
La escritura es para mí un modo de delinear una identidad siempre en creación, una forma particular de ver el mundo más allá de lo que nos enseñan a ver, que excede –o intenta desencorsetarse de- lo “políticamente correcto”.
Escribo cuentos breves- y otros no tanto-, poesías y monólogos teatrales que podrían clasificarse como humorísticos, aunque puedan derivar a veces en una mueca de desencanto más que en una carcajada.
Nunca he publicado, no participo en concursos ni soy conocida en el ámbito de las Letras, pero escribir un libro es uno de mis anhelos.
Gracias por el espacio de encuentro y por la ayuda para salir del “clóset literario”.





.Desencanto.
¿Cuánta miseria ven los mismos ojos
 antes de volverla invisible?
¿Cuánta desidia puebla el mismo cuerpo
hasta que éste muere?
¿Cuánta fe cierra todas las puertas de la mente?
¿Cuánta distancia acerca? ¿Cuánta mata?
¿Dónde estamos cuando no somos?
¿Cómo somos cuando no caemos?
¿Acaso alguien sabe si el instinto es creíble?
¿Acaso alguien sabe si la mente persiste
después del cataclismo de la muerte?
¿Dónde están los que no vuelven?
¿Por qué no vuelven?
¿Es acaso un no lugar ese lugar
que es la muerte?
¿A qué extraño suceso le tememos
si no lo conocemos?
¿Cuánto miedo cabe en un alma?
¿Cuánto del alma humana hay en el miedo?
¡Cuánto silencio, cuánta nada, cuánta inhumanidad!

El mundo caminará con muletas
largo tiempo
antes de quedar paralítico
delante de un espejo
inevitablemente
atroz.



.La verdad. 
La verdad agusana
la conciencia culpable
y horada las ideas
con la fuerza
de un torrente
o una gota
-es indistinto
para quien tiene garantizada
la victoria-.

Instiga su liberación
sobre la piedra silenciosa de la mente
que no puede asesinarla
ni callarla
sin  hacer sucumbir su propia sanidad.
La larva se sabe mariposa
antes de emprender
la aventura del capullo.

El silencio,
la negligencia
la negación
y la ignominia
son espejismos
que la verdad da a la mentira
-como ventajas a un jugador novato-
para regocijarse del fracaso inevitable
de su enemiga.


.Psicología de los objetos.
Se estresa el reloj en su viaje incesante por las horas
(horas de un tiempo abstracto
-simulador atrapado-
entre la vida y la muerte).

La puerta de calle es agorafóbica,
y la cerradura una voyeur
de discreto y lascivo ojo metálico.

El televisor tiene verborragia,
vaya a saber a causa de qué temores
que no puede confesar
a causa de su jactanciosa frivolidad.

La ventana finge una dureza que se sabe translúcida,
pero se entrega sin reparos a su deber esclavo.
Las tapas de los libros son
archipiélagos de vida comunitaria,
cuyas esmirriadas hojas cuchichean
pasiones y utopías.

La casa es condescendiente con el clima.
Tanto, que a veces es insoportablemente inhabitable.

El teléfono es un bebé que timbrea su llanto agudo
hasta que lo atienden.

Las cortinas tienen un miedo acérrimo a las confidencias,
y resguardan su cobardía con barrotes
-previsores vástagos que apresan al inocente
en la presunción de un otro amenazante-.

A veces, el trino de un pájaro conmueve los techos,
les roba una sonrisa apretada a las ventanas,  
y sacude el polvo
– esa persistente demostración de lo perecedero-
 para que el tiempo pase sin secuelas.

Entonces, sólo por un momento,
el reloj se aproxima
a una quietud de agujas
que su conciencia de autómata censura.

Las hojas de los árboles se apiadan
de la espalda de losa que cubre la casa
y se la rascan,
o se la acarician,
según sople el viento
–ese exacto ejemplo del capricho-.

Y hasta aquí llegamos.
¿El afuera? Otro día.

(los oídos del viento se llevan las palabras
a un sitio muy parecido a la muerte
–del que nada regresa-
y se sabe que él
es un vengativo e infalible
guardián de sus secretos).



.El durazno.
Piel de agua y dulzura.
Suave carne terrestre.
Enfrutecida alegría de las flores.
Esfera ombligada y sangrante.

Se ve a sí mismo como un sol atardeciendo.
Un sol fragante y tierno.
Una espesura de textura y fuego.
El agua sube por su cuerpo y nutre su alma.

A veces en la tarde quiere
el durazno ser luna,
y se le empedra el corazón.

Pero le gusta el calor de la mañana.
Le gusta
el niño que lo ansía,
y la boca que, obscenamente,
se lo apropia.
Le gusta
el maternal tacto de la rama,
la tersa caricia del viento.

Y un día
se aventura al abismo,
y cumple un ciclo mudo y ancestral
sobre el suelo verde.


lunes, 4 de febrero de 2013

José Luis Najenson


José Luis Najenson 

Nacido el 17 de Mayo de 1938, en Saturnino María Laspiur (Pcia. de Córdoba), Argentina.Reside en Jerusalén, Israel, desde 1983.
Escritor y poeta, ha publicado los siguientes libros de literatura:
Nocturnas -poesía- (Rosario, Argentina, 1959). Tiempo de arrojar piedras: cuentos de ficción política y religiosa (Ed. Universidad Autónoma del Estado de México, 1981).
Cultura nacional, cultura subalterna - ensayo- (Ibid., México, 1980).
 Memorias de un Erotómano y otros cuentos (Ed. Monte Avila, Caracas, Venezuela, 1991). Pardés-Sefarad -poesía- Premio "Villa de Martorell" 1995. (Editorial Seuba, Colección "El juglar y la luna", Barcelona, 1995). Diario de un Voyeur -novela-  (Ed.”Trymar”- "Kékeres, Vigo, España, 2002. "El suspiro del moro"-cuentos- (Ed. "Certeza", Zaragoza, España, 2003)."Licantropía y otros cuentos sublunares" (Editorial de los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2003). Premio "Narradores y Poetas Contemporáneos" 2003, convocado por dicho Editorial. El arrepentimiento del filósofo   (Cuento. Ed. Hojas de Zenobia No. 3 -2ª Ëpoca- Diputación de Huelva, 2005)."El juego ha terminado"(novela que obtuvo la Recomendación para su publicación en el Primer
Concurso Internacional de Literatura Juvenil, Editorial "Libresa", Quito, Ecuador.
Cuentos con el Otro Borges y otros escritos (E-Book) Ed. Casa Argentina en Israel Tierra Santa &The International Raoul Wallemberg Foundation, Buenos Aires, 2010.
“Cuentos con el Otro Borges y otros escritos”. (E-Book) Ed. Casa Argentina en Israel Tierra Santa – The International Raoul Wallemberg Foundation, Buenos Aires, 2010.
El Secreto del General (novela) E-Book Ed.Argerust, Madrid, 2010.
El traje de novio embrujado (ganador del Premio I Certamen “Protocolo-Novios, 2009”) Ed. Protocolo-Novios, Zaragoza, 2010.
¡Aquí hay gato encerrado! Y otros cuentos de horror y de coraje! (Kindle Book, Ed. EMOOBY, Portugal, 2011)
Ha recibido más de 90 premios literarios, entre ellos: Primer Premio “Arturo Capdevilla”de Narrativa (Argentina, 1987); Primer Premio “Baeza” de Poesía (Baeza, España, 1996); Primer Premio Internacional de Poesía, “Ciudad del Che”(UNEAC, Santa Clara, Cuba, 1999); Primer Premio en la categoria de Poesía, del II Concurso Internacional de Relatos y Poesía de Temática Mitológica, de “La Revelación”,(Madrid, 2008); Primer Premio Certamen de Relatos Breves “Bellver”(Diario de Mallorca, 2008).
Grados Académicos y otras distinciones:
Doctor en Filosofía ( Ph.D.- Doctor of Philosophy), University of Cambridge, England, 1980. 
M.A. (Master of Arts)  Maestro en Ciencia Política, Facultad Latinoamericana de Ciencia Sociales, FLACSO, Santiago de Chile, 1973.
Profesor y Licenciado en Historia y Antropología, Universidad Nacional del Litoral, Rosario, Argentina, 1964. 
Miembro Correspondiente en Israel, de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, ANLE (Nueva York, USA, desde el año 2000).
D.Litt. (Honorary Doctoral Degree in Literature), World Academy of Arts & Culture, San Francisco, Ca. USA, 1987.
Fue Director Literario del Instituto Cultural Israel-Ibero América, de Jerusalén, Israel, y Editor de su Revista Cultural "Carta de Jerusalén" durante 15 años, habiéndose jubilado recientemente. En la actualidad es Director del “Capítulo de Jerusalén”, asociado a la Academia Iberoamericana de Poesía (AIP), de Madrid.






BARRIO ADENTRO
Alejandrinos para Homero Manzi 

I.  Esquina amada

                                                    "San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo…”                                                                                                                         
                                                    (Homero Manzi: Tango “Sur”).

Los trenes de Pompeya llevaban tu mirada
de vuelta a Añatuya por la fugitiva vía
y allí dejaste el corazón. Pero tu alma anclada
para siempre en Buenos Aires, vibra todavía,

y busca sin descanso la luz estrangulada
de los furtivos almacenes, o se desvía
subida en el espectro del último tranvía,
hacia su réplica de luna, ya encaramada

en el más allá. Y Malena, con voz sombría
te canta aún tras la tapia de Borges, rosada
como las noches del Edén. Un ángel espía


detrás de tu fuelle azul, y la nube olvidada,
donde el remoto Jardín de Oriente estar solía,
se corre al Sur, bien al Sur, sobre tu esquina amada.





II. PIEDAD POR EL ROSEDAL

                                                    "Rosedal
                                                    Parnaso decadente
                                                    Donde duermen las musas
                                                    Cien veces benditas de los intendentes.”
                                                    (Homero Manzi: “Rosedal”.

Vos quisiste, como una redención, traerlo al barrio,
llenarlo de zaguanes y secretos suspiros,
de barriales, faroles, boliches y organitos;
sacarle esa pinta antigua de bacán foráneo,

un poco venido a menos, un poco engreído
de no ser tan pobre, o de no estar tan abajo
como esos arrabales orilleros, perdidos
entre el río y la pampa, zanjones y milagros.


Pero ha pasado sobre él ya mucho tiempo, tanto
que no quiero contarlo, y el pobre ha envejecido
junto a su lago rancio, los árboles de antaño…

Recordémoslo por cada beso florecido
bajo sus pérgolas, y ese aire heleno, soñado
de vagas columnas o versos alejandrinos.





CARNESTOLENDAS
I. CENICIENTA DE CARNAVAL

Un martes de carnaval
en el baile de Arroyito
la vi queriendo atracar.

No le quise cabecear
y me arrimé despacito
como quien entra en el mar.

"Es un tango del Zorzal",
le chamuyé muy bajito,
"¿querés salir a bailar?"

Ella me miró a los ojos,
sonrisa para matar,
arqueando sus labios rojos.

Y yo me puse a silbar
para tapar el sonrojo
que no podía evitar.

Salió a la pista sin más,
el aire lleno de antojos
imitaba su compás.

Al moverse, su cintura
sueño de junco y percal
era una marea oscura.
Bailaba como un andar
sin negarme su ternura,
sabiendo cómo amurar.

La sombra del antifaz
ocultaba su hermosura
que no pude contemplar.

Y cuando dieron las doce,
entierro del carnaval,
me vino a buscar un coche

hecho de niebla y cristal,
y todo se hundió en la noche
desnuda, del arrabal.

Como que soy un fantoche
lo digo sin pestañear,
"Cenicienta de una noche"...

Pero al revés, pa´variar.





 II. CARNAVAL SINIESTRO
                                                    “No nos une el amor, sino el espanto...”
                                                    (Jorge Luis Borges).
                                                    Bailaba con el otro en un rincón.

de la pista sombreada de percal,
un hada azul, vestida de ilusión,
la falsa ilusión del carnaval.


Por la noche turbia del arrabal
ya crecía el rumor de su traición,
buscando como busca al corazón
la ciega estocada del puñal.
                 ***
Carnaval, triste y falaz,
pendenciero y burlón...
La muerte se oculta en tu disfraz,
y bajo el antifaz,
la perdición...
       
Un tango rezumaba el bandoneón,
otra mentira de amor sin igual,
y Momo con la flor en el ojal
reía en su cielo de cartón.

Al fin, no pude más, saqué el facón
y se lo hundí en el pecho desleal,
flores de sangre para el cotillón,
“¡que toda la vida es carnaval!”
                   ***
Carnaval, triste y falaz,
pendenciero y burlón...
La muerte se oculta en tu disfraz,
y bajo el antifaz,
la perdición...




Los Versos Idos
Quizá los mejores versos
son aquellos que soñamos
y que nunca hemos escrito,

los cómplices del silencio,
hijos perdidos, nonatos,
pasajeros del olvido.

Nadie se asombre por ello.
El Gran Poeta de Arriba
siempre exige un sacrificio.