Brianna Callum
Mi nombre es Karina Costa Ferreyra, aunque firmo mis novelas románticas con el seudónimo: Brianna Callum.
Nací el 20 de marzo de 1975, en Capital Federal, Argentina. Y aunque viví casi toda su vida en Buenos Aires, desde principios del año 2006, mi familia y yo elegimos las Sierras de Córdoba (Argentina), como nuestro hogar permanente.
Desarrollé una temprana afición por la lectura que con el correr de los años se fue incrementando, igual que lo hizo la fascinación que la escritura despertaba en mí. Ya en edad escolar poseía facilidad para crear historias y relatos cortos, ganando en el segundo año de secundaria, un segundo puesto en un concurso literario escolar. Sin embargo, al día de hoy, no conservo ninguno de los escritos de mi infancia y adolescencia.
A pesar de todo, mi escritura sufrió un impás y tuvieron que pasar varios años, -y fue necesaria la intervención de mi sobrina Marisa-, para que me decidiera a plasmar en papel aquellos personajes, historias y situaciones que durante años habían habitado dentro de mi cabeza.
En enero de 2009, sin saber que mi vida a partir de ese instante cambiaría por completo, abrí un documento de word y lo primero que escribí allí, fue un seudónimo. Ese fue el día en el que nació Brianna Callum. Lo siguiente que escribí, fue el título de la que sería mi primera novela escrita, aunque no la primera que saliera a la luz: Mi corazón es tuyo*.
Vi mi primera novela publicada en formato digital (Editora Digital), el 18 de Mayo de 2009. Esa novela fue Diez años después. Con esa misma novela, participé también, en Junio de 2009, en el Especial de Nuevos Talentos, de la web española de novela romántica Autoras en la Sombra.
Durante 2009 y 2010, Editora Digital, continúa publicando mis títulos, posicionándose mi novela El Guardián de mi corazón, desde el 18 de octubre de 2009, en el primer puesto de la lista de los más vendidos de la editorial.
En Abril de 2011, con mi relato Pero me acuerdo de ti... gané el primer puesto en el concurso de relatos Ponle letra a esta canción, organizado por el blog literario español, Alas para Volar.
Soy autora de novela romántica contemporánea, también de época y romance escocés (histórica de ficción). Actualmente, cuento con varios libros publicados y a la venta en formato digital, y con dos libros publicados en papel.
Publicaciones en papel:
En Agosto de 2011, Editorial Pelícano (Ed. de Miami, USA), publica en papel mi novela romántica contemporáneas: Carrusel, la historia de un amor.
En Septiembre de 2011, Editorial El Maquinista (Ed. de España), publica en papel mi novela romántica contemporánea: Mi corazón es tuyo*.
Al escribir, uno de mis mayores objetivos, es lograr plasmar las sensaciones y los sentimientos de los personajes, de tal manera, que resulten papables para el lector.
. Bibliografía de Brianna Callum .
Publicados En Papel
-Carrusel, la historia de un amor (Editorial Pelícano) (Agosto 2011 - ISBN 978-1-937482-22-0)
-Mi corazón es tuyo (Editorial El Maquinista) (Septiembre 2011 - ISBN: 978-84-938890-0-5)
Publicados En Formato Electrónico (Bajo el sello de Editora Digital)
-Serie Highlands I El guardián de mi corazón;
-Serie Highlands II Rehén de tu amor;
-Serie Enamorados I Mi corazón es tuyo;
-Serie Enamorados II Je t´aime;
-Serie Vidas pasadas I Almas destinadas;
-Serie Vidas pasadas II El guardián de las espadas;
-Título independiente: Diez años después;
-Título independiente: Carrusel, la historia de un amor.
Terminados inéditos - En busca de Editorial
-Título independiente: Siempre has sido tú;
-Título independiente: Besos negados;
-Juramentos de Sangre.
En Producción
-Serie Highlands III Corazones enemigos;
-Título independiente: En las puertas del infierno.
Blog oficial de la autora
E-mail de contacto
brianna.callum@yahoo.com.ar
. Pero
me acuerdo de ti….
Relato
ganador en el concurso de relatos “Ponle letra a esta canción”, del blog
literario español “Alas para Volar”.
Abril
2011
Dos años han pasado ya… Setecientos
treinta interminables días, desde que, a causa de una tonta discusión, cruzaste
la puerta de salida de la que había sido nuestra
casa, y lo hiciste sin siquiera voltear el rostro para mirarme una última
vez...
No te importó dejarme atrás, junto
con nuestros cinco años de relación, ni a los tantos momentos compartidos… las
risas mientras nos hacíamos cosquillas sobre el colchón, para terminar
besándonos hasta que los labios nos escocían y la piel pedía a gritos más; los paseos por el parque; las
salidas de compras; nuestras interminables charlas; la complicidad que había
entre los dos; nuestras miradas…
No te importó sepultar en el
olvido los planes y los sueños de un futuro juntos. Aquellos sueños que tantas
veces habíamos tejido con hilos de luz de luna, y con música de muchos Te amo susurrados al oído, mientras
acurrucados bajo una manta, contemplábamos el cielo nocturno desde la terraza…
Allí imaginamos a los niños
que tendríamos alguna vez, pero que nunca llegaron: la pequeñita de rizos
cobrizos iguales a los míos y el niño de impresionantes ojos negros heredados
de su padre… Los niños que jugarían a
las escondidas entre los árboles frutales del jardín y que se columpiarían en
las hamacas que construirías para ellos…
¡Dios! Pero te marchaste, y no
te costó nada dejar en el pasado todo lo que había sido nuestro. Diste vuelta la página… o mejor dicho, cerraste el libro
directamente, y nunca más volviste siquiera a ojearlo. No volviste a recorrer
las páginas que una a una habíamos escrito con nuestra historia.
Nuestra historia…
¿Cuántas veces especulamos,
maravillados, diciendo que había sido el destino el que nos había unido?
Una tarde de otoño, demasiado
fría para una salida al aire libre, y un encuentro impensado en la puerta de un
cine del centro comercial…
A ti te había plantado tu cita
y a mí, mi mejor amiga.
Impacientes, mirábamos el
reloj, y también en todas direcciones, buscando a quienes deberían haber
llegado ya. Buscábamos... hasta que nuestras miradas se encontraron en el
camino, y ya nada había existido alrededor…
Mientras me recorrías con tus
ojos profundamente negros, tus labios llenos se curvaron en una mueca muy
parecida a una media sonrisa de lado. “—¿A
ti también te plantaron?” —Me preguntaste, y pude leer incredulidad en tus
ojos cuando asentí. Negaste con la cabeza y te acercaste a mí… Aún me parece
sentir las mariposas revoloteando en mi estómago cuando recuerdo ese instante.
“—Algún
tonto… —Mascullaste—.
Yo ni loco te hubiese dejado…” —Me
dijiste aquella vez, cuando nuestros caminos empezaron a andar en la misma
dirección, y tontamente creímos que sería así para siempre.
¡Maldito estúpido! ¡Dijiste
que tú nunca me hubieses dejado!, y sin embargo, lo hiciste… Cinco años
después, lo hiciste.
¿Tan pronto caducaron para ti
las promesas de amor eterno?
¿Tan pronto se pusieron
rancios nuestros planes y sueños?
¿Tan pronto dejó de ser
interesante la vida que compartíamos?
¿Tan pronto murió el intenso amor
que decías sentir por mí…?
Tuve que acostumbrarme a
dormir con el vacío que habías dejado en mi cama; con el frío que me provocaba
el no tener tus brazos alrededor de mi cintura y el refugio de tu amplio pecho.
Tuve que acostumbrarme a
despertar en la mañana y no encontrar tus enormes ojos fijos en mí, o tus labios
buscando los míos… A desayunar sola, con la mirada perdida posada en tu silla
vacía, o en tu taza preferida, tomándose vacaciones en el estante de la
alacena…
Después de tu partida, en más
de una ocasión, al llegar del trabajo, abrí la puerta de casa esperando
encontrarte. Forcé mis oídos, ansiando escuchar tu música favorita, o los
sonidos de un partido de fútbol siendo transmitido en el canal de deportes.
Aspiré profundamente, buscando algún vestigio de tu perfume fresco y masculino…
Pero sólo hallé vacío, silencio, y mi propio perfume frutal.
Después de intentarlo una
interminable cantidad de veces, comprendí que ya no regresarías, y tuve que
aprender a vivir sin ti…
Utilicé mi empleo para
evadirme de tu recuerdo, trabajando más horas de las establecidas en el
contrato, y procurando agotarme tanto, que al regresar a casa, no tuviese
fuerzas ni para pensar, y así sobreviví día a día a tu ausencia; a la falta
absoluta de ti.
Creí que las heridas habían empezado
a sanar. Lo creí, y que tonta fui al hacerlo…
Él entró en mi vida hace unos
pocos meses... o mejor dicho, quiere ser parte de mi vida. Me trata con
dulzura, se preocupa por mi bienestar, intenta mimarme…
Pero yo no puedo.
Es un buen hombre y sé que me
quiere. Estoy convencida de que si él se hubiese cruzado en mi camino siete
años atrás, podría haberme enamorado de él; no obstante, no fue así y mi
corazón ya no tiene espacio para alguien más que no seas tú.
Una y otra vez me repito que
tengo que dejarte ir. Que debo rehacer mi vida y dejarte atrás, igual que tú
hiciste conmigo.
Me digo que tengo que darle
una oportunidad a él, y a mí misma. Mirar hacia adelante y ya no volver el
rostro a tu recuerdo… Que merezco volver a ser feliz.
A veces creo que podré
lograrlo.
Paso un día, dos, tres;
obligándome a no traerte a mi mente. Cuento los días y me permito sonreír lastimosamente
ante semejante logro…
Pero me acuerdo de ti…
Vuelvo a acordarme de ti…
Siempre.
Entonces la realidad me golpea
con su puño más violento, justo en el centro del pecho, dejándome sin aire y
con el corazón desgarrado.
Me acuerdo de ti; de lo que
fue y de lo que perdimos, y mi mundo se hace pedazos a mí alrededor, como
millones de espejos haciéndose añicos y cayendo a mis pies.
Me acuerdo de ti… ¡Maldición!
Siempre me acuerdo de ti, y comprendo, dolorosamente, que ya nadie podrá ocupar
tu lugar; que estoy condenada a vivir en soledad y ansiando tú regreso.
Soy una estúpida, lo sé…
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Soy una estúpida porque
debería odiarte con toda mi alma, pero la realidad es que sigo amándote igual
que el primer día, y aunque en mi interior sospechaba de mis sentimientos, lo
comprobé finalmente hoy y de manera abrupta, cuando después de dos años, volví
a verte…
Abrí la puerta sin saber que
sería a ti a quién encontraría del otro lado, y al hacerlo, tu imagen me asaltó
por sorpresa. Mi corazón se detuvo un instante, igual que pareció detenerse el
tiempo mientras nuestros ojos volvían a encontrarse.
Debería odiarte, pero todo el
amor que había sentido y que aún siento por ti, al verte, inundó ferozmente
cada célula de mi cuerpo, haciendo vibrar hasta mi alma.
Por esa razón también, porque
te amo, porque nunca dejé de amarte; fue que cuando te dejaste caer de rodillas
a mis pies, implorándome perdón, no pude contener tampoco mis lágrimas y me uní
a ti allí en el suelo, en un abrazo interminable y regalándote los besos que tu
boca buscaba frenéticamente en la mía.
Porque te amo, y porque sé que
no podría soportar otro tiempo sin ti, ahogándome sólo en tu recuerdo, es que
te he perdonado y sé que hice bien…
Me vuelves a pedir perdón y me
juras que nunca volverás a dejarme; que ya aprendiste la lección. Me confiesas
que nunca dejaste de amarme, y que tu vida sin mí fue un infierno, igual que lo
fue la mía.
Me dices que los recuerdos de
todo lo que teníamos y tontamente habías intentado dejar atrás, te atormentaban
día y noche, y no te permitían siquiera respirar, a causa del dolor que te
provocaban.
Me dices una y otra vez que me
amas, que nunca has amado a ninguna otra… Reconozco en tus ojos empañados que
me dices la verdad, y yo te creo. Quiero creerte; mi corazón alborotado me pide
que te crea y vuelva a confiar en ti, y aunque sé que no resultará fácil,
decido arriesgarme a intentarlo.
Tú y yo, otra vez juntos, y ya
no es sólo un recuerdo…
Sonrío… Vuelvo a sonreír de
verdad después de tanto tiempo, y mi sonrisa se baña con las lágrimas que los
dos derramamos mientras nuestros labios vuelven a unirse en un beso profundo,
un beso que pretende borrar el dolor pasado. Un beso cargado de promesas que
esta vez, me juras, son para siempre…
Hecho el depósito que marca la ley, Registro
N° 929667, en la Dirección Nacional de Derechos de Autor.
Sigo a Brianna desde hace tiempo y siempre tiene el poder de emocionarme con sus escritos. Éste tiene su sello inconfundible: un aluvión de sentimientos.
ResponderEliminar¡Qué buena idea la de colocar textos escritos a mano! Pero Brianna, con toda esa prolijidad y letras tan bonitas al escribir, no sé cómo haces para que las ideas vayan al papel tan rápido como se agolpan en la cabeza jejeje
ResponderEliminarBuen blog.
¡Éxitos!
Brianna un bello y romántico relato con un atractivo final, no es mi fuerte este género pero me gustó mucho y me parece que innovar es bueno, transitar caminos poco conocidos nos enseña mucho en la vida bienvenida Brianna.
ResponderEliminarMaría Elena Tolosa